Cuando hablamos de las ciudades verdes, nos referimos a las ciudades que priorizan el desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente, contribuyendo así a mantener la paz mundial de varias formas:

• Reduciendo conflictos, al fomentar la creación de espacios públicos, parques y áreas naturales que promueven la interacción social y el bienestar de los ciudadanos.
• Mitigando el cambio climático, debido a su compromiso con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la adopción de prácticas sostenibles.
• Promoviendo la justicia social, al estar enfocadas en la equidad y la inclusión social.
• Y mediante tratados de cooperación internacional, sirviendo como modelos y facilitadores de colaboración internacional en la búsqueda de soluciones sostenibles.

Las ciudades verdes pueden contribuir a la paz mundial al proporcionar entornos pacíficos, abordar el cambio climático, promover la justicia social y fomentar la cooperación internacional.

Al cuidar de nuestro entorno y crear comunidades sostenibles, podemos sentar las bases para un mundo más pacífico y equitativo.

Mencionado lo anterior, incorporamos el término de la clorofila, un pigmento de los vegetales que hace posible la realización de la fotosíntesis y, como consecuencia, la existencia de ciudades verdes y de oxígeno en la Tierra y, en definitiva, permite y hace posible la vida en la Tierra para todos los seres humanos.

Vamos a comprobar su presencia en los vegetales.